"(...) preparar incluye: tener en cuenta a los estudiantes, pensar en el contenido, el material, y las actividades que pueden constituir el curso o clase, apuntarlo todo, reflexionar con calma, recortar todo lo que pueda servirnos de revistas o cualquier otra fuente que puede ayudarnos a elaborar uan buena clase y que los estudiantes aprendan el máximo posible, es decir, asegurarnos de que las clases y cursos que impartamos sean buenos"
Woodward, 2001: 17
... y de pronto se acabó.
Tras pasar un mes como invitadas en el PEI-UPF llegó el fin de las prácticas. No he podido escribir una entrada intermedia del periodo de prácticas porque decir que se me ha pasado en un suspiro sería poco. En cuanto nos dimos cuenta, el mes se había acabado y es que, a diferencia de otros compañeros del máster, nuestra experiencia se ajustaba bastante a las condiciones que pedía la UB para la asignatura de Prácticum I.
Desde un primer momento, nos llamó la atención la planificación (casi milimetrada) de nuestra "estancia" en el PEI. En la primera reunión, nos adjuntaron un documento a las tres compañeras del máster que colaboraríamos con la UPF en el que figuraban los niveles que íbamos a impartir y el total de horas desglosadas. En mi caso, quedaba de la siguiente forma:
Nivel B1 - 45 horas (lunes y miércoles de 15 a 17'30h)
Desglose de horas:
- Observación de aula: 12 horas
- Docencia directa: 5 horas
- Reuniones de coordinación y planificación: 8 horas
- Preparación de materiales, planificaciones de clase, corrección de actividades escritas, elaboración del informe final: ...
Aproximadamente unas 24 horas dedicadas a la asignatura (de las 20 que se nos pedían desde la asignatura), dependiendo siempre de los tan sospechosos puntos suspensivos del último guión. He de decir que, finalmente, no fueron muy sospechosos ya que los períodos de planificación y corrección de actividades fueron bastante amenos aunque sí bastante largos. Además, tuve la suerte de empezar el curso al mismo tiempo que los alumnos (aunque algunos ya se conocían de niveles anteriores) lo que me fue de gran ayuda para planificar el material y los contenidos.
En cuanto a las actividades y sesiones que pude dirigir, me gustaría comentar la cantidad de trabajo que requiere diseñar algunos materiales y secuenciaciones si te ves obligada a incluir ciertos contenidos pero no puedes inspirarte ni apoyarte en ningún material.
Más allá de algunos problemas circunstanciales, me gustó especialmente el trato y el clima que se creó en el aula con los estudiantes. En primer lugar, la manera en que mi tutora fue introduciendo mi presencia en el grupo contribuyó notablemente al buen funcionamiento de algunas actividades que, a priori, podían parecer arriesgadas. En segundo lugar, el hecho de que mi tiempo de dociencia tuviera una progresión temporal a lo largo del mes, ayudó a reducir el estrés inicial con el que afronté este periodo. Cada día de prácticas íba aumentando el tiempo de docencia: la primera semana solo hice observaciones; la segunda semana, dirigí dos actividades; la tercera semana, realicé la docencia completa de las clases y la cuarta semana, volví a dirigir una actividad. Fue una experiencia realmente emocionante porque la sesión de clase completa coincidió con la semana de Sant Jordi, lo que me permitió hablar un poco sobre la leyenda y realizar unas cuantas actividades relacionadas.
He de decir que me sorprendió comprobar la cantidad de recursos y material del que dispone el departamento de Español del PEI que, además, funcionaban realmente bien en el aula. Sin embargo, me pareció una pena que no dieran cabida a ciertas propuestas o explicaciones que no se ajustaran a lo tradicional excusandose en la falta de tiempo total del curso.
Con todo, quedo contenta de este primer periodo ya que lo asumo tal y como lo plantean desde el máster: una toma de contacto con el mundo profesional de la docencia del español con el que (espero) tendré más experiencias en breve.